Rugby Around The World

dilluns, 3 de desembre del 2012

He de confesar que...

Del imprescindible blog "De Quijotes y Rugby", yo también he de confesar que..

He de confesar que...:

He de confesar que amo el rugby.

Y sobre el rugby, amo el rugby de antes.

El rugby de mis recuerdos de regional. donde podia haber diferencia de juego entre los grandes y los pequeños, pero no de valores.

El rugby en el que se guardaba silencio en los tiros a palos y en el que los espectadores eran respetuosos con los árbitros y los jugadores.

Amo el rugby de los pilares sin cuello, de los medio-melé chirriantes y de los segundas con dos velocidades, la lenta y la superlenta.

Amo el rugby de los terceros tiempos interminables, del intercambio de canciones y de camisetas, de la lucha en las touch de dentro y de fuera del campo.

Sobretodo amo el rugby de las picardías, de las putaditas y de las golferías. El rugby en el que un jugador se definía por su actitud dentro y fuera del campo y no por su nacionalidad. el rugby en el que un jugador en vez de gritar con los brazos en alto: AGRESSIONS! susurraba a sus compañeros un dorsal.

Amo el rugby en el que todo lo que estaba en el suelo era césped, y un jugador en fuera de juego tapando la salida de un ruck, salia como podía y no se quejaba si le pasaban por encima.

Amo ese rugby, en que lo primero que hacías cuando llegabas al tercer tiempo era buscar al otro talonador al que habías hinchado a cabezazos para ofrecerle ciento y una cervezas mientras el se ponía hielo en la cabeza.

Ese rugby en el que te afeitabas dos días antes del partido para poder rascar mejor, en el que buscabas con tus tacos los lazos de los cordones de los otros de la primera linea, y en el que en la salida de melé soltabas a tus compañeros para agarrar a los otros tres primeros.

Amo el rugby en el que cuando un novato del equipo contrario retenía el balón en el suelo le dabas dos tortas para que no se las dieran los que venían detrás de ti, y encima te lo agradecían sus compañeros.

Amo ese rugby en el que si alguien del publico se salia del tiesto era reprendido por los otros espectadores. El rugby en el que veías diferentes camisetas juntas en la grada compartiendo unas cervezas.

Amo el rugby de los bautizos, de las bolsas de arena o de los huecos en el suelo con el talón y el rugby en el que un arbitro no tenia que gritar: this is rugby!

Añoro el rugby en el que las señas eran los bares de los herreros. de las camisetas de algodón 100% que solo tenían un par de colores, que pesaban 4 kilos cuando se mojaban,  y que se heredaban generación tras generación.

Zamora Rugby Club años 80.


Amo el rugby en el que el principal producto del botiquín era la vaselina y las botas de rugby eran un preciado tesoro remendado con cinta aislante.

Amo el rugby.

También amo este rugby, aunque a veces me pregunto que hemos hecho mal para que nos haya salido tan tonto, tan desagradecido y en ocasiones tan necio.

Pero amigos y amigas, en definitiva, this is rugby!

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